sábado, 24 de abril de 2010

LOLITA LA PELICULA


Kubrick nos regala una vez más un producto formidable, lleno de cachondez, romance, risas, y varias cosas más, una obra maestra por donde se le vea. Humbert Humbert es un profesor de poesía proveniente de Europa que se muda a Estados Unidos para impartir clases. Al faltar mucho tiempo para empezar las clases, Humbert decide pasar ese tiempo en un pequeño pueblo; buscando donde hospedarse, encuentra una casa donde vive Charlotte Haze y su hija Lolita, siendo ésta última, por su gran belleza, el motivo por el que Humbert se queda a vivir ahí un tiempo. Humbert se enamora de Lolita a un punto obsesivo de consecuencias letales. Kubrick crea una historia fascinante, llena de elementos kubrickianos, en la que se demuestra una madurez total del realizador, un punto medio entre su etapa Hollywoodense y la Inglesa, reuniendo de impresionante manera los recursos técnicos y narrativos; y; después de la decepción de Kubrick hacia el sistema cinematográfico estadounidense plantea una amplia crítica a la sociedad gringa como el lo sabe hacer; con un cinismo impresionante y una gran carga emocional en los personajes. El guión de Vladimir Nabokov, mismo autor de la novela en que se basa la película; es una historia que le quedó como anillo al dedo a Kubrick, una historia con crítica social, con un tema polémico pero real y con unos personajes perfectamente detallados que representan tanto virtudes como errores de la raza humana. Las actuaciones son brillantes y convincentes, una no gana a la otra: James Mason espectacular, aunque quizá no sea un personaje que muchos pensamos en este actor, termina haciéndolo muy bien; Sue Lyon, a pesar de tener 16 años (en 1962) y no los 14 que debe tener en la película (y que en el libro tenía 12), se adueña de esa adolescente convenenciera y precoz, su belleza se mezcla perfectamente con el lado demoniaco del personaje; Shelley Winters crea muy bien a un personaje inseguro y necesitado de amor, la última escena donde la vemos es antológica la situación entre ella y Mason, llena de poder; Peter Sellers brillante, quien antes de Dr. Strangelove ya interpretaba a varios personajes, da a un Clare Quilty lleno de misterios, un personaje que bajo esa máscara de glamour esconde un plan; el resto del cast lo hace bien. La música de Nelson Riddle es otro gran factor que da un gran resultado, que mezcla muy bien la música estadounidense con otras de tonos caribeños, dando un estilo musical que derrocha mucha sensualidad y mucho más, además la canción "Lolita Ya-Ya" es sumamente pegajosa: Yaaaa Yaaa Ya Ya Yaaaa. La fotografía de Oswald Morris quizá es el pequeñito negrito en el arroz, ya que no posee la fotografía de una cinta de Kubrick, es probablemente la fotografía más hollywoodense de la carrera de Kubrick, pues tiene ciertos aires de una cinta del cine de Oro; es una gran fotografía, pero la sentí más de Hawks, Preminger o Hitchcock que de Kubrick; tal vez esa fue la decisión de Kubrick para mostrar junto con el blanco y negro mayor elegancia para la historia, aunque eso solo Kubrick lo sabe. Los demás aspectos técnicos son buenos, destacando el cuidadosísimo diseño de producción de William C. Andrews quien en cada habitación o casa muestra parte de los personajes. Una cinta brillante, una obra maestra más del maestro Stanley Kubrick y una película imprescindible en cualquier amante del séptimo arte.

No hay comentarios: